El inesperado quiebre entre Daniel “Huevo” Fuenzalida y Rosario Bravo, dupla del exitoso podcast “¿Cómo Están Los Weones?”, ha remecido el mundo del entretenimiento digital. La ruptura surgió tras una fuerte controversia: el registro del nombre del programa a nombre exclusivo de Daniel, sin la participación de Rosario.
Todo comenzó cuando Rosario se enteró de esta acción por terceros, lo que detonó un profundo malestar. En un correo que se filtró en redes y medios, la comunicadora expresó su decepción con palabras cargadas de emoción:
“Muchas veces sentí que no me veías como una igual… un golpe muy doloroso… esperé seis meses a que el nombre, las platas y las obligaciones se equilibraran”.
Según explicó, había decidido perdonar el descuido inicial y esperar a que se concretara una sociedad formal al 50 por ciento. Sin embargo, la situación no cambió, y lo único que recibió fueron propuestas de productos promocionales como tazones, gorros y poleras. Cansada de la falta de avances, Rosario resolvió poner fin a la relación laboral y también a la amistad que los unía desde hace años.
Daniel, por su parte, aseguró que el registro de la marca fue una medida preventiva y no una maniobra para excluir a su compañera. Reconoció que nunca le informó del trámite, algo que hoy considera un error. “Me hago cargo de la molestia que esto provocó. No hubo mala intención y siempre estuvo la posibilidad de formalizar todo”, señaló.
El animador lamentó que la situación escalara hasta este punto y confesó que le afectó personalmente: “No lograste separar lo personal de lo laboral… me arrepiento de haberte confiado mi vida privada”. A pesar del conflicto, sostuvo que la marca es transferible y que Rosario sigue teniendo las puertas abiertas si en algún momento quiere retomar el proyecto.
En una conversación telefónica posterior, Daniel le expresó su gratitud y cariño a Rosario: “Nos merecemos un descanso como dupla. Me quedo con el recuerdo de todo lo que logramos juntos”.
Hasta ahora, Rosario no ha dado declaraciones públicas adicionales, lo que deja abierta la incógnita sobre su futuro profesional. Por su parte, Daniel no descarta continuar con el podcast o incluso proyectar una nueva temporada, aunque sin confirmar si será con la misma dupla.
Este episodio deja una lección clara sobre la importancia de definir acuerdos formales desde el inicio, incluso cuando hay confianza y amistad de por medio. La falta de comunicación y claridad legal terminó quebrando una sociedad creativa que, hasta hace poco, parecía imparable.