A través de un libro, un exasesor del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle reveló que se entregó un documento para que el dictador Augusto Pinochet simulara diversos síntomas ante la justicia en Londres.
Un testimonio inédito sostiene que el gobierno de Frei ayudó a Pinochet a aparentar una enfermedad mental y así evitar su extradición a España, tras ser detenido en Londres en 1998.
Según un reporte de Radio Bío-Bío, Cristián Toloza Castillo, asesor del entonces presidente, afirmó en un nuevo libro del investigador británico Philippe Sands que el gobierno chileno proporcionó un documento detallando cómo el exdictador —senador vitalicio al momento de su detención— debía fingir síntomas de demencia.
Cabe recordar que el juez español Baltasar Garzón había ordenado la detención de Pinochet para juzgarlo por crímenes de lesa humanidad. El exgeneral se encontraba en Inglaterra para someterse a un procedimiento médico.
Aunque el proceso legal se extendió por más de un año, el ministro británico Jack Straw bloqueó la extradición por razones humanitarias, citando el estado de salud del detenido. Sin embargo, al regresar a Chile, Pinochet se puso rápidamente de pie desde su silla de ruedas para saludar al entonces comandante en jefe del Ejército, Ricardo Izurieta.
Las instrucciones para aparentar demencia
Según reveló Toloza, el gobierno de Frei elaboró un documento en el que se indicaba “cómo debía fingir Pinochet que estaba deprimido”.
El dossier, de más de 10 páginas, describía en detalle cómo debía actuar: “tenía que decir que había pensado en suicidarse, que tenía problemas de memoria, cosas irracionales y absurdas”, afirmó el exasesor.
De acuerdo al libro, Frei temía que la situación de Pinochet provocara una nueva crisis política o incluso un golpe de Estado, además de movilizaciones con consecuencias graves para el país.
Durante su cuenta pública en mayo de 1999, el expresidente explicó públicamente por qué consideraba que Pinochet debía regresar a Chile:
“Mi convicción más profunda es que la permanencia del senador Pinochet en Londres acarrea un grave daño a la imagen de Chile en la comunidad internacional e introduce incertidumbres en el devenir político nacional. No formo parte de quienes —por diversos motivos, varios de ellos opuestos— prefieren que esta situación se prolongue indefinidamente. Siempre he pensado que es más beneficioso para el país que el senador Pinochet regrese a Chile durante mi mandato”, señaló.
El libro también revela que Chile entregó al Reino Unido pruebas de la implicación de Pinochet en la Caravana de la Muerte, con el compromiso de que sería procesado en territorio nacional. Sin embargo, la Corte Suprema chilena resolvió que el exdictador no estaba en condiciones mentales para enfrentar un juicio.